domingo, 10 de noviembre de 2013

Anoche soñé...

Anoche soñé que te amaba,    
¡nos fundimos al fin los dos!    
Y la muerte ya no importaba:  
ya no temía el adiós.                

Yo veía el diablo feliz                  
 y tus besos sabor regaliz:            
eran amargos labios los tuyos      
pero irresistibles tus murmullos.  

Pero tus caricias delataron
mis ilusas mentiras de mi alma.
Pero nuestros labios se unieron
mi vida se terminó: el alba.

Anoche soñé que te amaba,
¡perdón por querer tu calor!
Anoche soñé que me engañaba,
¡perdón por negar la razón!


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